Fe y tradición mueven a los nicoyanos a peregrinar los 3 de mayo
Cientos de nicoyanos cumplen con la tradición de subir cada 3 de mayo a un cerro cercano a la ciudad, donde está una inmensa cruz.
El ascenso involucra fe y tradición. La peregrinación hacia la loma, ubicada al sur de Nicoya, comienza con los primeros rayos del sol y culmina al atardecer.
La tradición no solo atrae a los lugareños, sino también a visitantes de otras provincias, intrigados por las leyendas que rodean a esta celebración religiosa.
En Nicoya se habla de una enorme serpiente que duerme en el lugar y que requiere misas para que permanezca dormida.
Aunque, como esa, se trata de leyendas, pues la verdadera celebración es en torno a la cruz cristiana, los nicoyanos no dejan de lado esas historias.
Los abuelos de la ciudad también cuentan que ese cerro esconde un "volcán de agua", al cual hay que visitar cada año para que no "despierte" y ocasione una catástrofe para la población.
Sea como fuere, la gran cruz del cerro nicoyano atrae cada año a los peregrinos.
Jóvenes y adultos mayores participan en la caminata, que tiene más de 100 años de historia.
Al llegar a la cima, la mayoría aguarda por la misa a fin de pedir por el bienestar de la ciudad.
El Sacerdote, luego de leer los evangelios y dar un corto sermón, se dirige a los presentes para bendecir el lugar... "por si acaso".